VISION DE QUE ESTAMOS EN LOS ULTIMOS DIAS

Oct 25 2009 04:42PM

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He estado pensando por mucho tiempo, sobre el enviar este mensaje a muchos. Tengo un ministerio que Dios me ha dado que se ha dedicado a ayudar, estimular y edificar a muchas personas que fueron heridas. Me gusta que la gente comprenda que no importa lo que esté pasando en sus vidas tengan por seguro que Dios todavía tiene todo bajo control. El tiene un plan glorioso para su vida de esperanza y un bello futuro.

Hoy mas que nunca tenemos que tener esto en mente, y no debemos de temer, bajo ninguna circunstancia, porque nuestro Dios tiene todo bajo control. El sabe lo que esta sucediendo y lo que va a suceder, es porque desde antes del comienzo del mundo el siempre ha conocido lo que va a suceder con el tiempo.

Dicho esto sé que muchos de ustedes que me conocen bien y han seguido mi ministerio y saben que Dios me ha ofrecido de ves en cuando algunos sueños y visiones proféticas. Tuve un sueño algunos tres días antes del 911 (Torres Gemelas) y otro cuando el puente de Minneapolis colapsó hace varios años.

Ha sido frustrante muchas veces para mi ver estas y otras cosas, por adelantado. Un día le ore y le pedí a Dios lo siguiente: “¿Por qué me haces saber estas cosas si yo no puedo hacer nada para detenerlas?”

Después de mucho ayuno y oración Dios me habló un día, hace unos años y me dijo lo siguiente: “Así que cuando sucedan estas cosas tu corazón y el de ellos no desfallecerá, y se darán cuenta que sin ninguna duda, nada los tomará por sorpresa. Ustedes sabrán que yo estoy en control, y con todos aquellos que compartas estas cosas, estarán en paz, por lo ya revelado”.

Anoche tuve una visión muy vívida. Yo estaba de pie, delante de una enorme olla de líquido, en esta visión. La olla estaba hirviendo demasiado. De pronto miré y ví una enorme mano que echaba algo hacia abajo, dentro de la olla, de pronto la mano tomó un rollo y dentro del rollo decía Bancos, y lo echó en la olla.

La mano se agachó y recogió otro rollo, como un pergamino, que decía Automóviles, y también lo arrojó a la olla. El líquido en la olla comenzó a hervir mucho más, y luego dejó de hervir un poco. Luego la mano tomó otro pergamino que decía Hipotecas, y lo arrojó también. A continuación la mano tomó otro rollo que decía Empleos, luego otro rollo que decía H1N1, y cuando lo puso sobre la olla comenzó a hervir mas de lo normal. A continuación un pergamino que decía Irak, y luego otro que decía Afganistán.

La mano tomó otro pergamino que decía: “Terremotos, Inundaciones, Tornados, Tsunamis y Huracanes”. Luego tomo otro rollo que decía Irán, otro que decía Israel y los hechó en la olla. Fue entonces cuando la olla comenzó a hervir más y más y mucho más.

Pude ver que de tanto que la olla hervía salpicó por todas partes y se volvió un gran lió. De pronto busqué el botón para apagar el calor pero me fue imposible. No pude controlarlo. Me enloquecí tratando de apagarlo pero no pude. Tomé una toalla para limpiar todo el desorden y de momento escuché la voz de Dios que me dijo: “ES DEMASIADO TARDE PARA DETENER QUE SE DESBORDE, YA ES DEMASIADO TARDE PARA LIMPIAR EL DESORDEN”.

Comencé a llorar y le dije a Dios “¿Qué puedo hacer, que debo hacer, y que debo decir?” Escuché la voz de Dios que me dijo: “Dile a la gente que conmigo estarán seguros, pero diles que se deshagan de cualquier cosa, ¡de inmediato! que no sea mia y no proviene de mí. Nunca antes había estado tan cerca de la puerta como lo estoy esta noche. Diles que no teman de lo que van a ver y escuchar porque estoy en medio de mis creyentes. Les mostraré donde ir y qué hacer. Están rodeados por mis mensajeros. “La Visión comenzó a desvanecerse y le dije: “¿Cuando, señor? Pero no recibí respuesta. En mi mente escuché las palabras: ” Estad quietos y sabed que yo soy Dios".

Oré mucho para enviarles este mensaje. No quiero asustar a nadie. Quiero decirles que en cada noche se asegure de que antes de poner la cabeza en su almohada, si tiene algo que no es agradable a Dios… renuncie a ello.

Arrepiéntase de pecados secretos, y haga que todas las noches sean seguras en Dios, reconozca en lo que le ha fallado. Si usted necesita pedirle perdón a alguien, tome el teléfono y pídale perdón. Si alguien te ha herido, sin necesidad, hasta el punto de que tu corazón se está rompiendo, ora por ellos y perdónales. ¡Nunca había llegado un momento tan urgente para hacer las cosas bien!

Siento que la hora viene, muy, muy pero muy pronto, cuando todos nos reuniremos con El. Vamos a compartir un gran banquete en la “Fiesta de las bodas del Esposo”. Desde ahora lo que veas que pase, quédate quieto y sabe que es Dios, sobre las cosas.

Fuente: La Ultima Generación

Página Web de la Pastora Cat Miller

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