lunes, 18 de octubre de 2010

English Version
Temprano una mañana de abril de 1986, el Señor me dijo: "Ven, quiero mostrarte algo". Inmediatamente me encontré en el espíritu. Fui llevado a un lugar que estaba más allá de mi imaginación. Este lugar era similar a algunas cosas que describia el apóstol Juan en su libro de Apocalípsis. Mientras miraba, vi caballos colocarse en dos líneas que se extendían más allá de lo que podia ver. Comencé a pensar en lo malvado y maligno que habia sido antes de que hiciera a Jesús mi Señor y Salvador. Le pregunté a Dios: "Por qué me has traido aquí y por qué me estás mostrando estas cosas?" El me contestó: "Porque te amo y tengo cuidados para contigo, quiero mostrarte estas cosas porque quiero que las cuentes".


Mientras observaba, vi caballos que se parecian a los de la "Royal Lipizzaner". Eran puros y limpios, más allá de nuestra imaginación. Tenian ojos que parecían huevos "robins" color azul y su tamaño eran el doble del de los caballos de "Clydesdale". Sus labios eran rosado puro y sus cascos como oro amarillo. Los dientes de los caballos eran como perlas de nacar, blancos e iridiscentes. Mientras miraba estos caballos, que eran impresionantes, me quedé como en un estado de "shock". No podía creer que Dios me estaba mostrando esto y que me había elegido para ello.

Mientras reparaba en todos los detalles de los caballos, vi unos hombres pequeños que median aproximadamente cuatro pies de altura que eran quienes los cuidaban, los ensillaban y ponian sus frenos. Los caballos eran muy tranquilos y pacíficos. Tenian una paz sobre ellos que estaba más allá de cualquier tipo de paz terrenal.

Mientras sus cuidadores terminaban de colocarles sus vestidos, habían colocado pequeñas escaleras cerca de los estómagos de los caballos. Estos hombrecitos subian por las escaleras para colocar las sillas de montar de cada uno de ellos. Tambien cada caballo tenia la cuerda anexada a la boca en espera de que llegaran sus jinetes.

La grama alrededor de los caballos parecia eléctrica. El cielo era de un azul demasiado bello para explicar. La única forma en que puedo describir los colores es que nuestros colores son opacos en relación a los colores vibrantes del cielo. La Gloria de Dios brillaba a través de la melena y creaba un efecto prismático. Un arcoiris brillaba del otro lado de los caballos.

Continuaba sobrecogido por lo que miraba y le pregunté a Dios nuevamente por qué me mostraba estas cosas y me contestó:

"¿Te dice esto cuán cerca está mi segunda venida?
¡Todo está listo!"

Mientras observaba me decia a mi mismo: "no puedo creer esto", entonces el Señor dijo:

"Dile a la gente que el tiempo se acaba muy rápidamente"

***


Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Mateo 24:30

Nota: Si en el 1986 (hace veinticuaro años) Dios le mostró a este cristiano los caballos en los cuales los que hallamos tomados vendríamos en la segunda venida visible de nuestro Señor Jesucristo, imagínen cuan cerca está el arrebatamiento de la iglesia de Jesucristo. Prepárate, ¡Jesucristo Vuelve Pronto!

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