"YA NO HAY TIEMPO, YA VOY POR MI PUEBLO"

Sueño octubre 2005 de la hermana Maria Luisa

Era un viernes a las 6:00 am cuando mi esposo se disponía salir hacia su trabajo. Era un día muy frio ya que en esos días comenzaba a hacer mucho frio en la ciudad de Nueva York. Cuando él se fue, me recosté y como padecía en ese entonces de insomnio por causa de un enfermedad que me aquejaba, ya no pude dormir. Al cerrar mis ojos...

Comencé a ver que iba hacia arriba, entre nubes muy blancas. A mi lado sentía que iba alguien, no lo miraba, pero sabía que era el Señor. De repente llegamos a un lugar donde se encontraba una ciudad hermosa. Nos paramos frente a una puerta muy grande. Miraba para los dos extremos de esta ciudad, me daba cuenta que era inmensa. No puedo decir cuanto mide, pero era algo hermoso. Entramos a esta ciudad y lo primero que vi fue una pared muy blanca y sobre esa pared un reloj marcando la hora; veinte segundos para las doce. Las dos manecillas grandes estaban en el doce y la del segundero marcando veinte segundos antes de las doce. Cuando yo miraba este reloj, escuché al Señor que me dijo: "¡YA NO HAY TIEMPO! YO YA VOY POR MI PUEBLO. DILE A MI PUEBLO QUE ¡YA NO HAY TIEMPO!

Después de esto pasamos a un lugar donde se encontraban dos mujeres sentada. En sus rostros no había dolor, se les veia una paz y un gozo muy grande. Entre ellas dos había un bebe flotando. El estaba desnudo, era un varón. Veia como aquellas mujeres jugaban con él y como que si lo estuvieran cuidando. Yo las conocía; una de ellas era mi abuelita paterna. Se veia como de veinte o veinticinco años y la otra mujer era una de sus hijas que llevaba algunos días de haber muerto. Veia que tenía una edad cercana a los quince años. Le pregunté a la que conocí como mi abuelita que de quién era el bebe y me dijo: "este bebé es el hijo de mi nieta Maria Luis. ¡Era mi bebé! (en medio de la enfermedad que en ese entonces mapedía, tuve un aborto de doce semanas. No supe el sexo de mi bebé y me dolió tanto que yo me sentía culpable por haberlo perdido). Cuando me dijo esto, sentí que esa culpabilidad que sentía se iba y sentí mucho gozo. En ese momento el señor me dijo: "Te voy a regresar a tu bebé y el les va a ayudar para que puedan seguir adelante, a ti, a tu esposo y a tu hija". Le pregunté al Señor si podía platicar con ellas y él me dijo: "no, porque ellas tienen un nombre nuevo". Hoy es 14 de Julio de 2011 y ese bebé que el Señor me dijo que me regresaría, me lo regresó y hoy en día mi hijo se llama Daniel Emanuel. ¡El 30 de Julio cumple tres años!

Después de esto, pasamos a un lugar donde vi una mesa muy larga con un mantel blanco y sobre la mesa había copas, cubiertoa, platos... parecía que estaba ya preparada (ya están listas para las Bodas del Cordero). Había sillas bien hermosas a los lados y en la cabecera había otra silla que nunca he mirado aquí en la tierra. En cada silla habia una corona bien hermosa. El señor me dijo: "SI TE ESFUERZAS TAMBIEN TENDRAS TU CORONA".

Después de esto el Señor me dijo: Estás sana, no tomes la medicina ni le creas a los médicos. No tengas miedo de lo que sientas, yo estoy contigo. También me dijo: "Ya es tiempo de que regreses y dile a mi pueblo lo que has visto".

Después de esto veia que estaba diciéndole todo esto a algunos de los hermanos de la Iglesia donde yo congrego.

Escrito el 14 de Julio 2011.

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